La crisis del coronavirus nos empuja a la resiliencia corporativa
La crisis del coronavirus ha sacudido la realidad del mundo, ha confinado a la población y obligado a las empresas a buscar la adaptación a la nueva realidad.
Se acabó el tiempo apacible que algunas empresas disfrutaban hasta el momento, sin grandes adversidades, cuya inercia y masa crítica les ha permitido acomodarse y vivir en la autocomplacencia. El Covid19 nos ha sacudido a todos de una forma u otra y nos está obligando a afrontar grandes vicisitudes o cambios bruscos de ritmo o dirección. Necesitamos más que nunca organizaciones resilientes, lo que implica inocular los genes de resiliencia en el ADN de la organización a través de los profesionales, equipos y estructura de empresa para que se filtren dentro de su estrategia, cultura corporativa, comunicación y estilo de dirección.
El ADN Resiliente.
Generar un ADN resiliente dentro de la organización supone despertar tres niveles genéticos que vemos a continuación:
1. Genes Motrices: componentes energéticos básicos de la organización, los que marcan su ADN base y su rendimiento frente al mercado.
- Fuerza: le permite superar una resistencia externa o interna gracias a la acción de sus equipos, procesos y recursos.
- Velocidad: capacidad de accionar o reaccionar en el mínimo tiempo posible tanto frente a estímulos conocidos como frente a estímulos imprevistos.
- Resistencia: cualidad física y psíquica de empresa que le permite soportar y aguantar un esfuerzo durante el mayor tiempo posible.
- Flexibilidad: capacidad de realizar los movimientos necesarios con la mayor amplitud posible bien sea por parte de un equipo o de la organización en su conjunto.
2. Genes Movilizadores: responsables de la alineación y comunicación interna de la organización que permite a los equipos y profesionales comprender los “porqués”.
- Coordinación: habilidad que permite utilizar el trabajo conjunto de diversos sistemas de la organización, conectar medios y esfuerzos.
- Sincronización: capacidad para armonizar los ritmos y tiempos en las decisiones y acciones de una empresa.
- Equilibrio: cualidad de una organización para mantenerse en cierta armonía y actuar con templanza.
- Precisión: implica exactitud y concisión a la hora de ejecutar una acción donde el control y la concentración son también elementos clave.
3. Genes de Focalización: responsables de construir nuevos escenarios que ayuden a emerger una nueva organización con determinación y un enfoque sostenible y saludable.
- Perspectiva positiva y global: visión de conjunto y capacidad de creer y confiar no sólo en la propia organización, sino en que el futuro..
- Concentración: centrar voluntariamente toda su atención en lo importante a través del establecimiento de metas a corto plazo y establecer una misión clara.
- Simplificación: Profundizar y conquistar la complejidad de su entorno en lugar de perderse en ella y realizar así una mejor toma de decisiones.
- Determinación: afrontar las nuevas realidades con coraje y perseverancia sin doblegarse ante los obstáculos y barreras.
- Creación: generar nuevas ideas desde todas las áreas de la organización, realizar planteamientos disruptivos e improvisar.
La clave de este ADN está de nuevo en las personas, las habilidades, conocimientos, actitudes, experiencias y hábitos de profesionales y equipos que componen la organización. Ellos son la clave de la re-construcción Post-Covid y del fortalecimiento de la resiliencia corporativa.
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